El acuerdo alcanzado el pasado mes de julio entre Irán y las seis potencias del denominado “Grupo 5+1” (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania), según el cual se limita el programa nuclear iraní a cambio de levantar las sanciones económicas y financieras que pesan sobre el país, y su consecuente ratificación por diferentes países e instituciones transnacionales, ofrece nuevas y magníficas oportunidades de negocio para las empresas españolas.
Con una importancia geopolítica significativa al ubicarse entre Oriente Próximo y Asia Central, una población de más de 80 millones de habitantes y tras 13 años de embargos y restricciones, hay enormes necesidades que cubrir en sectores como infraestructuras, construcción, energía, medioambiente, renovación de fábricas y servicios de todo tipo.
Irán no es un mercado desconocido para las empresas españolas. Hasta la imposición del embargo en 2012, el país se caracterizó por cumplir con sus compromisos comerciales y financieros. Quienes hemos trabajado con ese país recordamos cómo las cartas de crédito emitidas por sus bancos eran fácilmente confirmadas por los bancos españoles lo hubiera solicitado o no el banco iraní. El riesgo de impago era mínimo y es de esperar que suceda lo mismo en cuanto se terminen de levantar las sanciones vigentes hasta la fecha.
Sin embargo, la competencia de España es grande. Cientos de empresas europeas, asiáticas y, por supuesto, norteamericanas están viajando a Irán desde hace meses, con frecuencia acompañadas y apoyadas por sus respectivos gobiernos para conseguir sustanciosos contratos. Es verdaderamente complicado encontrar hotel y billetes de avión para viajar a Teherán, su capital, porque los ejecutivos del mundo aterrizan allí por centenares cada día.
A principios de septiembre, el gobierno español representado por los ministros de Exteriores, Fomento e Industria, organizó una misión comercial en el país a la que se unieron más de sesenta empresas españolas. Además, y esto es muy importante, CESCE, nuestra agencia pública de crédito a la exportación, ha comenzado a emitir cartas de intenciones –aún no ofertas en firme– para operaciones de exportación a Irán. Su importancia radica en que, dado que las empresas extranjeras competidoras están acompañando sus ofertas técnicas con productos financieros, si nosotros no hacemos desde el principio lo mismo, nos quedaremos atrás.
Este es el momento de posicionarse en Irán, existe una ventana de oportunidad única para hacer negocios allí que comenzará a cerrarse cuando se cubran bien por la competencia, bien por empresas españolas las ingentes necesidades del país persa.
CFI, especializada en ofrecer soluciones financieras en proyectos de exportación e inversión en el exterior, cuenta con una amplia experiencia en financiación de operaciones en Irán y dispone de una excelente red de contactos en el país con los que impulsar el éxito de las operaciones de sus clientes.
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