Unos veinteañeros…

En estos días se cumplen veinte años desde que, tal vez con más valentía que consciencia, creamos CFI. Éramos muy jóvenes, pero algunos de nosotros ya habíamos pasado por multinacionales, por la Administración Española y por la banca internacional.

En  ese julio de 1994 creímos que había una oportunidad de mercado para ayudar a empresas españolas a vender más, utilizando instrumentos financieros acordes con sus necesidades y las de sus clientes. Aún hoy, ese sigue siendo nuestro objetivo… el técnico al menos. Y digo esto porque, aparte de querer ganar dinero como empresarios que somos,  lo que más nos motiva son los retos que nos plantean las operaciones nuevas y las relaciones humanas con nuestros clientes, con nuestros partners y con las instituciones.

Desde que nacimos hemos finalizado con éxito 206 operaciones por más de 1.100 millones de euros en 52 países, y estamos muy orgullosos de ello.

Por CFI han pasado personas que han dejado una huella indeleble. Mi socia entonces, juntos fuimos capaces de crear la compañía y hacerla crecer. Mi excepcional hijo Borja, que me acompañó en el momento más duro. Y desde hace unos años Santiago, de quien aprendo cada día por su sabiduría, su veteranía y su paradójica juventud.

Vaya mi sincero agradecimiento para ellos y para cada una de esas personas que han confiado en nosotros, que nos han ayudado y que nos han permitido llegar tan lejos.

¿Y el futuro? Diferente y parecido. Diferente porque sólo explorando nuevos caminos, nuevos proyectos CFI tiene sentido, es una de nuestras señas de identidad. Parecido porque conservamos la misma ilusión y coraje que el primer día.